(285 palabras) La infancia es un momento increíble, mágico y feliz. Cada día está lleno de significado. Todo sueño es genial. No se le ocurre al niño que la vida puede ser miserable. Cada nueva mañana, un hombrecito se despierta con una sed de alegría, un deseo de conocer lo desconocido. Incluso si alguien lo ofendió, rápidamente lo olvida.
En la historia "Figuras", Ivan Bunin describe un día en la vida de la pequeña Zhenya. El niño se despertó con sed de conocimiento. Su nuevo deseo es aprender a escribir números. Simple, sin pretensiones en la comprensión de un adulto, pero para un niño: un gran sueño que puede abrir todo el mundo frente a él. Eugene se refiere a la única persona que puede cumplirlo. Pero tío, debido a su falta de voluntad para hacer esto en este momento, lo rechaza, ya que se le ocurrió una excusa. Para un adulto, el tiempo corre rápido y el fracaso le parece un poco insignificante. Sin embargo, para el niño existe solo hoy. Mañana esta muy lejos. En previsión del prometido "mañana", Zhenya no encuentra lugar para sí mismo, está desenfrenado y, al anochecer, su impaciencia alcanza su punto máximo. Y en ese mismo momento, el tío generalmente tranquilo se vuelve loco. Una palabra formidable, una bofetada, y la frágil alegría de los niños se hace añicos. El niño llora, reza pidiendo ayuda y finalmente se resigna al dolor infligido en él. Decide que nunca volverá a amar a su tío. Parece listo para odiar al mundo entero. Pero una vez que le das a tu abuela una pista de que sin su tío no aprenderá a escribir números, el resentimiento del niño se evapora inmediatamente. A la mañana siguiente, Zhenya estaba nuevamente sedienta de vida, ama apasionadamente a su tío y se deleita con el estudio de figuras atesoradas.
Puedes ver un paralelismo entre la actitud de Zhenya hacia el tío y nuestra actitud hacia la vida. El niño, olvidando rápidamente el insulto, vuelve a abrir su corazón con felicidad. Los adultos, ofendidos por la vida, a veces no están listos para perdonarlo y volver a enamorarse. Podemos aprender de los niños lo más importante: vivir hoy, ahora, ser capaces de dejar el pasado y amar la vida, pase lo que pase.