(273 palabras) Después de leer la historia "Lyudochka", no pude entender completamente qué impresión me causó este trabajo. Esta es una historia muy triste, y el autor trata de sumergirnos en esa atmósfera sombría a través de cualquier detalle y descripción. Lo leí con placer, pero apenas puedo repetirlo, porque la trama del trabajo se congeló en mi corazón, y es increíblemente difícil reajustarlo y olvidarlo.
Mi opinión es que Astafyev quiere que experimentemos el mismo sentimiento que le queda de esta historia. Para que nuestro corazón también ardiera, pero no podíamos entender por qué. Este es un resultado triste, la canción del cisne de la Unión Soviética, en la que, contrariamente a la demagogia de las autoridades, una persona simple no estaba protegida ni provista. Sus ojos estaban cerrados por sus problemas, y vivía pobremente, e incluso bajo el yugo del Strekach. Creo que la idea principal de la historia es precisamente mostrar el lado equivocado de ese idilio que se desarrolló en los carteles soviéticos. Hay una cosa escrita allí, pero en realidad vemos una completamente diferente: el pueblo está muriendo, la gente está empobrecida, el crimen está tomando el control de la ciudad. El punto es que leemos esto, nos damos cuenta y aprendemos una lección para nosotros mismos, sacamos ciertas conclusiones. Personalmente, me di cuenta de que es imposible vivir en ilusiones y aún más construir una política estatal sobre ellas, de lo contrario resultará que personas llorando, harapientas e infelices imprimirán y colgarán carteles alegres y que afirman la vida sobre lo que no tienen.
Me gustó la historia, a pesar de su tragedia. El autor nos enseña a experimentar nuevas sensaciones que aún no conocíamos, y en el ejemplo de los personajes muestra errores que no se pueden permitir. Esta historia se puede llamar agudamente social, ya que toca las úlceras más dolorosas de la sociedad moderna: el crimen, la marginación de la juventud, la violencia, el linchamiento y el drama de una víctima que está condenada a la matanza.