La acción tiene lugar en 1942 y se concentra alrededor de una pequeña cafetería en uno de los barrios de Madrid. En el libro de unos ciento sesenta caracteres, aparecen y, apenas tocándose, desaparecen, recogidos por el ciclo de la vida en la colmena gigante de la ciudad. Algunas figuras se resumen de forma más voluminosa y característica.
La dueña del café, Donja Rosa, es una mujer robusta y desordenada, vestida de luto y colgada de diamantes. Tiene una piel facial poco saludable, dientes negros y desiguales, antenas sobre su labio superior, dedos de salchicha. En el fondo, odia a los visitantes y toma su alma, horneando sin cesar a sus sirvientes. Los asuntos de la codiciosa y egoísta doña Rosa están avanzando con mucho éxito, el capital se está multiplicando, ella prefiere invertirlo en bienes raíces. Donja Rosa simpatiza con Hitler y se preocupa por el ejército alemán, en un vago presentimiento en el que no se atreve a entender, el destino de la Wehrmacht es visto por ella como relacionado con el destino de su café.
Los clientes habituales del café, personas que piensan que todo va como debería y que no vale la pena intentar mejorar algo, piensan en las pequeñas cosas miserables, pero agradables y emocionantes que llenan o vacían sus vidas. Entre los visitantes habituales del café está Don Leonardo Meléndez, un estafador, un aventurero, que atrae dinero de los tontos, lo que se ve facilitado por su apariencia respetable, su capacidad de aferrarse y hablar con aplomo. Las facturas protestadas están cayendo sobre don Jaime Arce, pero él no pierde su presencia de espíritu y prefiere no centrarse en lo desagradable. La viuda de Isabel Montes ha estado sentada durante horas en la esquina con una mirada distante, recientemente perdió a su hijo, que murió de meningitis. Ya vive una anciana señorita Elvira que Dios envía. El problema que envía no es muy denso, y además, siempre hay algo abrumador y sin valor. Los derechos de Don Rosa, reflexiona Elvira, deben encontrarse con el viejo Don Pablo, aunque es asqueroso y aburrido, de lo contrario no durará mucho. Los dibujantes se burlan del secretario de la corte, Don José Rodríguez de Madrid, quien tuvo suerte en la lotería. Donja Pura con un amigo no se cansa de hablar sobre el declive de la moral. Un editor adinerado, Don Mario de la Vega, le enseña a un vecino hambriento y feliz: hay que trabajar duro, luego habrá un cigarro y un vaso. Al enterarse de que Eloy Rubio Antofagaste es soltero, le ofrece un puesto como corrector de pruebas, solo que no hay quejas y todo tipo de sindicatos allí. Pero Martin Marco no tiene el dinero para pagar el café, y lo sacan por la puerta. El joven se graduó de la universidad y está tratando de ganar dinero con traducciones y artículos en periódicos provinciales. Está interesado en los problemas sociales, pero en su cabeza tiene una confusión decente. Se acuesta con un amigo y por la mañana va al banco o a la oficina de correos, hace calor allí, puedes escribir poesía, pretendiendo llenar formularios de telégrafos o recibos y recibos. Cuando está muy apretado, Martin visita a su hermana Filo, quien se compadece de él y lo alimenta. Su esposo Roberto González sirve en la asamblea de diputados, y en su tiempo libre trabaja a tiempo parcial manteniendo libros de cuentas en la perfumería y en la panadería. Trata a Martin mal, lo llama vagabundo y parásito. El propietario del bar, Celestino Ortiz, es un ávido lector de libros, su libro favorito es Aurora Nietzsche, de donde conoce de memoria piezas enteras y las cita desde y hacia el lugar. La dueña lechera, Ramona Bragado, se dedica a la proxenetismo. Mario de la Vega recurrió a sus servicios, a quienes les gustó el Quiz, trabajando como empacadores. La niña estaba cansada y desesperada, la imprenta estaba de pie todo el tiempo, el novio estaba enfermo de consumo, su madre juró sin cesar, ordenó a todos, su padre era un hombre sin espinas, siempre borracho, no podía confiar en él. Por el bien del dinero, el concurso está listo para cualquier cosa.
A partir de bocetos y bocetos, bocetos y diálogos, una imagen de una vida cotidiana aburrida, monótona y carente de significado, está formada por costumbres, hechos, cuidados, sueños de los héroes del libro.
Fuera de lo común, la aparición en el café de Maruhita Ranero, la ex amante de una empleada de doña Rosa Consorcio López, a quien una vez había abandonado, la madre de sus dos gemelos, se convierte en un evento sobresaliente. Ella trajo a su esposo a Madrid para una operación y localizó al amante infiel, a quien estaba dispuesta a perdonar. Maruhita es ahora una mujer acomodada, tiene una mansión, una pequeña tierra que proporciona ingresos. El cáncer de mi esposo no durará mucho. Ella hace planes sobre cómo comprar este café y sanarán con el Consorcio, como si no hubiera largos años de separación.
Una gran sorpresa es el asesinato de la madre de uno de los clientes habituales del café homosexual Suárez, la anciana fue estrangulada con una toalla en su habitación. La policía arresta a un hijo y a su novio bajo sospecha de asesinato, y los vecinos recaudan dinero para organizar un funeral decente para el señor Suárez. La disposición de otros a acudir al rescate aparece cuando Martin de repente tiene problemas con las autoridades. Es cierto que todavía no sabe acerca de los problemas que lo amenazan y, visitando la tumba el día del aniversario de la muerte de su madre, a qué hora tiene la intención de comenzar una nueva vida.